sábado, 12 de diciembre de 2009

UNA "GOTERA" QUE SI MATA

Por desgracia Drakar no me ha enviado lo que falta de su historia y no puedo terminarla, espero que se reporte.
En cambio les pongo esta historia “rosa” comparada con la de Drakar.


En ésta historia, cambié algunos nombres y situaciones, pues algunos personajes están pasando por un proceso legal y no me gustaría perjudicarlos.


Las goteras.

Me imagino que han escuchado la historia de las goteras de acá del centro del país?

Por que si no?
Entonces déjenme contarles.

Se trata de una jovencita de tan solo 14 años llamada Stephanie, que vivía con su madre Otilia y sus hermanos Andrés y José.
La madre de Stephi trabajaba como maestra de escuela primaria; era muy vulgar, revoltosa y conflictiva.
Su hermano Andrés era trabajador, muy serio y tranquilo pero a los 19 años ya era alcohólico.

José era homosexual, pero era una “verdadera loca desmecatada”, le decían “pepe el puto” o de plano la “pepa”. Por desgracia, peor de “arrabalero” que su madre.
“Pepe el puto” era todo un personaje; se “encabronaba” si alguien se reía cuando contaba que tenia “cólicos de menstruación”, o que los chavos a él lo “miraban con lujuria”, en las fiestas llega al colmo pues avisaba que iba al baño a “cambiarse la toalla”.

Varias veces lo madrearon por inventar romances con gente “pesada” del barrio.
Un día causa de este cabrón se armó un pinche broncon entre puros gays.
Pero esa es otra historia que si les voy a contar mas adelante.
El wey estaba loco o “loca” era lo mismo.
En fin

Al principio nadie tomaba en cuenta a la pequeña “Stephi”, fue educada y cuidada por Don Felipe que era su abuelo materno.
Su única compañía de juegos era su pequeño perro french poodle, llamado “pulgas”.
Al pasar el tiempo, ella se fue dando cuenta que este mundo no es para débiles, ni para los que esperan que la vida les regale algo.

Se dio cuenta que siempre hay que luchar y luchar por lo que se quiere, por desgracia si no hay alguien que nos guié, nos podemos perder en este pinche mundo lleno de porquería y más para una chiquilla de tan solo 14 años de edad.

Yo la conocí un día que llegué a visitar a unos amigos que vivían en un edificio cerca de la casa de “Stephi”.
La chiquilla era de cabello castaño claro, bajita de estatura -yo creo que si acaso media 1.50 metros de estura- de piel muy blanca, ojos grandes de color miel, boca roja y labios gruesos, nariz pequeña y respingada, senos grandes. Con una gran tendencia a engordar.

Su figura aun era la de una niña. Pero por desgracia, era muy precoz.
Cuando entré al edificio a buscar a mis amistades, Stephi me miro con insistencia, y se sonreía.
Se veía muy graciosa dándose vuelta sin absolutamente nada de sutileza y parando su “rabito” sugestivamente.
Yo me hice pendejo pues esa chiquilla “olía a ministerio publico”.
Me volteaba a ver y volvía a sonreír, yo la vi como un “problema” y me hice pendejo.
Ella se dió cuenta y fue a pararse frente a mi con el pretexto de ver si su amiga a la que estaba esperando iba a salir o no, pero ahora ya la cosa se puso peor pues no dejaba de mirarme en la entre pierna –en el “paquete” pues- me sentí “encuerado”, en ese momento sentí lo que las mujeres sienten cuando son miradas de esa forma.
La verdad sentí como se me subió la sangre la cara y no hallaba para donde mirar.
Así que ya incomodo puse cara de enojado y le dije;
- ¡ya “mija!”, ¡ya no esté dando lata!, ¡váyase a jugar con sus muñecas!- Se hizo como si le hablara la pared pues ni me escuchó, así que disimuladamente me salí del edificio. Ya no espere a mi amigo, fue muy incomodo.

Total que ese día Stephi se puso de acuerdo con su amiga Tita y quedaron en ir a una agencia de modelos de la colonia roma.
Las dos chicas se sentían las modelos que México esperaba.

Se sentía la “Mía Coluchi de aquella época” la güera esa del RBD
Y “el pepa” era ……el jotito ese que sale ahí mismo.

En la entrevista en esa agencia, trataron muy mal a Stephi, le criticaron su estatura y además se burlaron de sus estrías en la espalda, en las piernas así como en partes de sus senos.
Las estrías eran casi moradas y contrastaban muy fuerte en su piel tan blanca.
Le dijeron sin ninguna consideración que estaba gorda y chaparra, que tenia el tipo corriente, que debía cortarse el pelo. Que con esa estatura solo podría ser modelo de cara , de pasarela como Stephi soñaba…. jamás.


Desgraciadamente todo eso se lo dijeron delante de su amiga y vecina, a la cual si le dieron una cita para regresar.
Durante el trayecto a su casa ya no habló más, su amiga trataba de consolarla y Stephi decidió ya no decir nada.
Al llegar a su casa se dedico a llorar durante varios días y así se hicieron semanas.
Dejó de salir a la calle, si tenía que hacerlo, evitaba encontrarse con su amiga Tita.

Si alguien la buscaba se negaba, pues estaba muy deprimida.

Pasado algún tiempo, una amiga de su mamá la invitó su casa, y allí conoce a una jovencita muy jovial y divertida de nombre Alicia.
Alicia es la cara opuesta de Stephi.
Al lado de Alicia, Stephi brilla como un sol.
Total que Alicia la convence de irse de “reventón”
El mal rato en la agencia comienza a olvidarse.
Hasta que un día, un muchacho que le gustaba a Stephi, se le ocurre decirle bromeando - “gordita”- y Stephi cae otra vez en depresión.

Lo “bueno” era que ahora tenía a Alicia, su amiga incondicional.
Stephanie llora con mucha tristeza y dolor, llora con rabia pues cuando cree que está encontrando su lugar en este mundo, siempre ocurre algo que la jala hacia su realidad.

Alicia le dice que no pasa nada y le ofrece un “remedio milagroso” para sentirse como una “princesa”, el “remedio mágico” era cocaína.

Al principio a Stephi le da miedo, pero la simpatía de Alicia la convence y prueba la “kosh”.

Para la forma de ser de Stephanie que es altamente depresiva, la cocaína fue como encontrar el paraíso, descubrió sensaciones que no conocía, no preguntó más, no indagó, solo disfrutó de ese paraíso ficticio y efímero que le estaban “regalando”.

Pasaron algunos meses y Alicia le regalaba de ves en cuando su “dosis”, pero un día le dijo que ya no podía hacerlo.
Stephi le comenzó a pedir dinero a su mamá para ir al cine y después para inscribirse en el gimnasio, pero ese dinero era para la droga.

Su mamá dejó de darle dinero y Stephi comenzó a robar pequeñas cosas de la casa.
Las vendía y el dinero terminaba con los “pushadores” de droga.

La madre ya sospechaba algo, pero el “pepa” en un arranque de celos la delató con su madre, contó todo sobre su adicción a la droga.

La madre la amenazó con internarla en un anexo y la Stephi prometió ya no drogarse,.
Si tenia necesidad de “meterse algo”, iba y lo hacia en otro lugar lejos de su casa.
Al principio intentó dejarlo, pero como ya comenzaba a “cocinar” la cocaína, y a “fumar la piedra” ya no pudo salirse, y menos sin ayuda de su familia.

Como era menor de edad y no sabia hacer nada, además de pretenciosa, orgullosa e ignorante, no tenia forma de ganar dinero, así que comenzó a pedir fiado, pero al paso de algunos días ya no le daban nada, ni un mejoral.

Uno de los pushadores le ofreció darle “merca” sin costo a cambio de que ella le hiciera sexo oral.
Ella no se enojo ni se inmuto, acepto sin problemas, después ya era sexo completo, la droga estaba atrapando a Stephi, y no había nadie a su lado que le ayudara.

La muy “hija de la chingada”, un día estaba en la “cruda” y decía que nadie la entendía, que no comprendían lo que le pasaba, que estaba sola, siempre sola.

Así que consiguió una dosis de “kosh” y antes de “cocinarla” apartó una pequeña parte de kosh y con una canilla o popote se la metió por la nariz al “pulgas”…..???

Pinche perrito, al rato era un león el cabrón el perro, saltaba y ladraba andaba todo “elevado”.
La cabrona se “divirtió” un chingo con el pobre perro.

A partír de allí, el “pulgas” se volvió su conejillo de indias.
La cabrona le metió “chocolates”, “pastas”, hasta hongos. Le soplaba el humo de la “mota” en el hocico al pobre perro. Lo empedaba.
Le conseguía perritas y también las drogaba, pinche Stephi estaba bien loca.

Eran sus “juguetes” que muñecas ni que madre.

Por desgracia el “pulgas”, ya era un pinche perrillo putañero y drogo.

Llegaba la “Stephi”a su casa y el cabrón perrillo saltaba hasta un metro “buscando lo suyo”.
Al paso de los meses el pinche perrito ya cagaba sangre. El veterinario varias veces lo revivio, pues llegaba todo tieso a su consultorio.

La madre a pesar de todo le decía a la Stephi; - ¡hija de tu puta madre!, ¡culera!, ¡lo vas a matar!, ¡te voy a anexar junto con este pinche perro!, ¡ya mejor regalalo eres una ojete , pinche loca! - pero a Stephi le entraba por un oido y le salía por el otro.

El pulgas se murió por una sobre dosis, pues su dueña, andando “bien al punto”, le hizo su “coktail” con un poquito de todo tipo de drogas. Pobre pulgas, se le paro su corazón.


Pasó algún tiempo y Alicia la fiel amiga de Stephi, la presentó con otras chicas del barrio que ya se estaban dedicando al robo a taxistas y a transeúntes, apoyadas por rufianes que las usaban para su uso sexual y además para fin de lucro.

Es así como surge en el distrito federal una banda de jovencitas “mortal y sutil como una copa de cicuta”.
Peligrosas y adictivas como “una inyección de heroína”.

Entre ellas la más peligrosa de todas; Stephanie

Al principio el sistema que utilizaban para delinquir era muy simple.
Llegaban varias chicas y entraban a un bar o a un “antro”.
Checaban el tipo de clientela y decidían si se quedaban o seguían en su búsqueda.
Si encontraban candidatos se quedaban.
Coqueteaban con los incautos y los embriagaban.
Los estupidos pensaban que ya habían ligado a inocentes y guapas jovencitas que solo querían divertirse.
Los incautos, pensando que podían ligar a esas criaturas mas fácilmente, compraban botellas y botellas de licor, las chicas fingían estar ebrias y se dejaban tocar los senos y acariciar.
Los excitados galancetes pedían la cuenta.
Lo que estos idiotas no sabían era que las “niñas” cada que entraban al baño se “daban un pericazo de cocaína” y así aguantaban toda la noche bebiendo sin emborracharse.

Ya por la madrugada y con varias copas encima, los ingenuos galanes decidían pasar al siguiente nivel en su conquista.
Invitaban a las chicas a otro lugar y si estas accedían, pagaban la cuenta y se marchaban con ellas.

Al dirigirse rumbo a un hotel o a un departamento, los interceptaban los cómplices de estas peligrosas y voluptuosas chamaquitas.
Les roban lo que trajeran, los obligaban a ir a los cajeros automáticos y los despojaban de sus autos.
Se trasladaban al distrito federal a vender los vehículos completos en la colonia buenos aires o en el municipio de venta de Carpio en el estado de México, y a disfrutar del botín.

Pasaron por varios estados de la Republica; Cuernavaca, Pachuca, Toluca, Puebla, Tlaxcala y Acapulco , en el bello puerto de Acapulco las detuvieron.
Le “regalaron “ un coche al ministerio publico así como “todo lo ganado” y solo así les dieron el chance de dejarlas ir.

Más de 4 años trabajaron cometiendo robos.
Pero el paso del tiempo no perdona y más cuando se lleva una vida tan ajetreada.
Así que su famoso ligue con los chamacos ya no funcionaba y decidieron intentarlo con hombres mayores.

Algunas veces les resulto pero en alguna ocasión en el puerto de Veracruz.

Al salir del antro asaltaron y secuestraron a un sujeto; le quitaron el coche, las alhajas y el dinero que pudieron.
Lo que no sabían, era que éste cuate era primo de un narco –era un letra- de esa región.
El bato muy encabronado le pidió paro al primo y en chinga los rastrearon.
Los detectaron en la ciudad de Xalapa en un hotelito llamado “el limón”, -cerca de la catedral de esa ciudad- pues dejaron la camioneta de este bato estacionada allí.

Ellos habían salido a desayunar al mercado Jáuregui.
Cuando regresaron vieron a varios autos estacionados afuera del hotel y a dos patrullas.
Inmediatamente se las olieron, por desgracia, una chica no se quiso levantar y a ella la atoraron.
Buscaron la manera de “desafanarla” pero el abogado que contrataron les dijo que su amiga no aparecía en ninguna lado, ni en esa ciudad ni en el puerto.

Que mejor lo dejaran por la paz pues “fulano” de tal estaba metido en ese asunto y que mejor se fueran, mientras pudieran.

A ella no la volvieron a ver hasta tres años después cuando mataron al primo del narco y la chava se pudo fugar de la casa de citas en la que la tenían trabajando.


Stephi , sus amigas, el “Ballina”, el “Ramírez “y otros dos que no recuerdo se calmaron durante un buen tiempo.

Stephanie trabajo como teibolera, pero ahora la droga ya le quitaba la pena y el miedo de enseñar su cuerpo.
Se sentía artista, le encantaba el ambiente festivo, el alcohol, la droga, que en ese ambiente se puede encontrar y lo usa quien quiere usarlo.

Varias veces fueron por ella los judiciales pero siempre la libro.
Pero pasado el susto regresaron a las andadas.

Como ya habían tenido una muy dura lección, decidieron tomar ventajas y comenzaron a usar gotas oftálmicas, para dormir a sus victimas.
Que peligrosas son esas madres pues no hay manera de controlarlas, 5 gotas pueden matar a un hombre y esas mismas 5 gotas solo aturden un poco a otro.
No hay forma de usarlas de manera segura.

Sus cómplices seguían alas chicas en sus coches y ya dentro del hotel despojaban de todo a sus victimas.

Como podrán ver en las noticias, fueron varios muertos y en diversas ciudades, hoy esa chiquilla que yo conocí de 14 años, debe de estar cercana a los 30 años.

Incluso no la vi entre las que detuvieron. Tampoco sé de ella y nadie sabe donde anda, no saben si esta presa, muerta o si anda prófuga.
Su hermano “el pepa”, nunca se despego de ella mientras Stephanie estuvo de teibolera, después me contaron que se hizo la operación transexual.
Andrés no volvía saber de él.
La madre de Stephanie sigue con sus mismas mamadas.
Durante un tiempo a esta maestra -pero de albañiles- las señoras del barrio la madreaban por chismosa, pero ya después , esta misma maestra, mandaba a traer a los amigos de su hija y balaceaba a cuanta casa podía. Ahora llega de noche y mirando para todos lados no la vayan a madrear.
El abuelo ya se murió.
Y eso si …. Jamás volvieron a tener perro.

Ojala y Stephanie se dé cuenta qué, lo que el destino y su inmadurez le hicieron a ella,
Ella injustamente se lo cobró con el pequeño “pulgas”. Le hizo exactamente lo mismo.

Ojala y ella no termine como….. el pobre pulgas.

Solo me queda desearle suerte.


A los amigos de España, les agradezco pero me intriga saber si entienden la jerga shakalosa mexicana. En fin gracias.
A los brothers de Carlifornia, Texas y los “unites” chido brothers
Lo mismo que a la gente de nuestro México.
Gracias.

7 comentarios:

  1. COMPIRRI FLECHA COMO SIEMPRE BIEN FREGONAS SUS HISTORIAS, CUIDESE UN CHINGO DIOS LO BENDIGA, GRACIAS POR TODOS SUS COMENTARIOS. CUANDO LA CHAMBA LO PERMITA POR AQUI ANDARE LEYENDO SUS HISTORIAS
    ES123

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  2. compirri otra buena historia como siempre ...


    pero sigo ansioso de la historia de drackar hojala y le ponga las pilas la chiva shakalosa y mande lo que falta....



    saludos de su compa unkbron

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  3. ooraleeee!! pobre pulgas q culpa tenia ja ja
    y si asi es de adictiva toda clase dse sustancia mas aun en estados depresivos severos... a dios gracias nada de eso ya...puro tepache...ja ja.

    saludos flecha y pues nos debe varias historias eh!!

    saludos zolpiloteados!!

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  4. pinche pulguitas, .....ya me lo imagino en las crudas, y luego que esa raza de perros es bien nerviosa.....




    Buena historia flecha

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  5. Flecha, como me hiciste reir con el pulgas.
    Saludos desde aca L.A. CA

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